26 de octubre de 2008

Oveja mansa

Otro libro de Connie Willis: Oveja mansa; quizá un poco alejado del tema de ciencia ficción del que estoy enganchado últimamente, pero de todas maneras muy interesante.

En este libro, una socióloga especializada en las modas, cómo nacen y cómo se extienden, trabaja intentando encontrar el origen de la moda del pelo corto en las mujeres. Al mismo tiempo, otro de los protagonistas, un experto en teorías del caos que trabaja en la misma empresa, está esperando para comenzar su investigación sobre pautas del comportamiento con un grupo de monos.

Por las cosas del caos (la entropía suele tender a crecer en los sistemas caóticos hasta que encuentra un punto de equilibrio: punto crítico auto-organizado) ambos protagonistas se ven trabajando conjuntamente con un rebaño de ovejas.

En un rebaño de ovejas siempre existe lo que se denomina
oveja mansa, aquella que sin quererlo dirige al rebaño y consigue que este se mueva a su compás. ¿Vemos aquí un paralelismo con las modas humanas ?

El libro es una crítica hacia las modas y lo que representan, cómo estas nacen a partir de un factor detonante (¿efecto mariposa?), y se extienden al resto de la sociedad en un efecto rebaño, para acabar muriendo y ser sustituidas por otras modas.

En esta cuestión he pensado infinidad de veces, y siempre he visto a la humanidad como un rebaño de corderillos , donde parece (y a menudo es así) que cada individuo trata de seguir algo que ve en otros en un afán de lograr un atisbo de originalidad, consiguiendo todo lo contrario al mimetizarse con el rebaño.

También es una crítica a los sistemas empleados en las empresas de investigación, donde lo que prima es el papeleo y las palabras vacías, temas con los que el investigador debe lidiar en todo momento para conseguir sus objetivos.

Me ha resultado una novela muy entretenida, que me ha hecho volver a pensar en algunas cosas, y eso de por sí ya es un motivo para recomendar su lectura

Bikos e apertas

17 de octubre de 2008

Por no mencionar al perro

Hace unos días finalicé la lectura de Por no mencionar al perro, de Connie Willis, un libro con una trama muy atrayente y un desarrollo muy original.

Es una novela sobre viajes en el tiempo, con las implicaciones que ello supone a nivel de narración, donde los pequeños giros de la trama cobran vital importancia.

Las máquinas del tiempo son sólo empleadas por historiadores, ya que el tiempo se protege a sí mismo y no es posible enviar a nadie a un momento histórico en el que pueda alterar significativamente el curso de la historia. Esto evita las tentaciones de modificar la historia a su antojo, o un posible saqueo a través del tiempo, que es lo primero que se le ocurriría a alguien

Los viajeros del tiempo intentan reconstruir la catedral de Coventry hasta su más mínimo detalle, y eso lleva al protagonista Ned Henry a la búsqueda del tocón del pájaro del obispo (un objeto imprescindible para la reconstrucción con total fidelidad de la catedral).

El cansancio y desorden temporal tras tantos viajes hace que Ned se retire a unas pequeñas vacaciones en la Inglaterra victoriana de 1888. Vacaciones que resultan ser todo menos eso, ya que una serie de paradojas temporales harán que los personajes vivan múltiples peripecias… por no mencionar al perro…

Una serie de incongruencias y su resolución, constituyen el eje principal de la trama, donde el objetivo final estriba en que el continuum temporal no se colapse tras sucesivas modificaciones históricas que desborden su capacidad de reconstrucción.

No quiero estropear su posible lectura por lo que no entraré en más detalles . Sólo decir que se trata de un libro bien escrito, con un argumento elaborado e inteligente, y desbordante de situaciones cómicas; que además describe con mucho mimo la época victoriana dentro de un contexto de telarañas temporales, donde todo influye en todo.

El libro también tiene sus defectos, y creo que el principal es su elevado número de páginas, que resulta excesivo y muchas veces no resultan de gran contribución al relato.

De todas maneras el veredicto final es positivo, y es un libro totalmente recomendable, no en vano ha ganado los prestigiosos premios Hugo y Nébula

Bikos e apertas

8 de octubre de 2008

Mother Superior

El sábado fui con Santi al Gruta a ver a Mother Superior, ya les había visto el año pasado, pero cuando algo es bueno no importa repetir


Los teloneros Animal Cannibal hicieron un punk guarrete, en todos los sentidos , suenan bastante sucios y dan un buen espectáculo, pero no aportan nada musicalmente. Cuando ya estás acostumbrado al 10 ya no te gusta el 5


Mother Superior sonaron de fábula, su mezcla de heavy y soul me gustó mucho más que la anterior vez, quizá porque ya me conocía muchas canciones. Salieron tres veces a escena, como corresponde a los buenos grupos que pasan por el Gruta y se dejan la piel en el escenario, dando todo el tiempo una sensación de total cercanía con el público.

Tocaron los dos temas del disco 13 Violets que quizá son mis preferidas del grupo: Head Hanging Low y Fuel The Fire. Pero hay que destacar otras grandes canciones, como Let It Go, Get That Girl, o Devil Wind.


El concierto sirvió de presentación de su nuevo disco, Grande, como ellos. Nos compramos la edición en vinilo blanco, y al final conseguimos la firma de Jim (un tipo muy majete), que hace que nuestra copia sea única Rock On!


Si vuelven otra vez, allí estaré de momento dejo las fotos del concierto.

Bikos e apertas

3 de octubre de 2008

Mérida / Trujillo 2007

Hace casi un año hubo un fin de semana en el que no sabíamos qué hacer... ¡increíble!

Y hablando con Rubén decidimos quedar en el centro de Mérida a la hora de comer del sábado... así que allá nos fuimos Tom y yo desde Madrid, y Rubén desde Sevilla...

Por el camino vimos un castillo en lontananza y nos paramos a tomar un cafecito, resulto ser en Trujillo. Nos gustó lo que vimos, y nos lo apuntamos en la agenda de sitios-a-visitar.

Contra todo pronóstico nos encontramos a Rubén a la hora prevista en el lugar previsto e iniciamos la visita con un buen refrigerio.

En Mérida (otro patrimonio de la humanidad, y van...) vimos unas cuantas culturas, entre ellas el teatro y el anfiteatro romanos. Estaba todo roto, había piedras por todos lados

Era mi segunda visita (la primera fue en la boda de Juasmi, tiempo ha) a la ciudad, y la verdad es que merece la pena ir una y otra vez.


Al irnos de Mérida nos acordamos de la anotación en la agenda, y pasamos por Trujillo de nuevo (esta vez los tres). Por supuesto subimos a una de las torres de la glesia de Santa María la mayor, y nos acercamos al castillo.

Para finalizar fuimos a la plaza mayor donde se alza la estatua de Pizarro, y nos tomamos unas cervezas


De vuelta a Madrid nos esperaba una opípara cena en el Maceiras

En definitiva, un sábado muy completo. Dejo para la posteridad las fotos de Mérida/Trujillo 2007.

Bikos e apertas