13 de septiembre de 2009

Galápagos

Otro libro de Kurt Vonnegut: Galápagos, donde vuelve a hacer gala de una gran ironía y construye una sátira deliciosa sobre la destrucción y el renacimiento de la humanidad.

Aunque esa humanidad renacida resulta ligeramente distinta,
con un cerebro bastante más pequeño y otros cambios en su fisonomía provocados por la marcha evolutiva, ocupada en sobrevivir como un bicho más (quizá sin ser consciente de su propia existencia...).

¿Un cambio
a peor?

Gracias a la decrecida capacidad cerebral, los duendes de las opiniones ya no distraen a la gente del objeto principal de la vida.

En el libro se describe cómo una crisis económica mundial, unida a una pandemia sin síntomas evidentes, pero que provoca la muerte prematura de los óvulos, derrumba en primer lugar el entramado político y social, y poco tiempo después (en términos geológicos) acaba con casi toda la humanidad.

El narrador de la historia, el fantasma de un constructor de barcos decapitado que se negó a traspasar el túnel azul que conduce al Más Allá , nos relata la vida de los supervivientes del naufragio de un crucero (Crucero del Siglo para el Conocimiento de la Naturaleza a bordo del barco Bahía de Darwin) a las islas Galápagos.

Gracias a ese patético grupo de supervivientes la humanidad sobrevive, y un millón de años después (según nos cuenta nuestro fantasma) sigue ahí, aunque convertida, como el resto de las especies de las Galápagos, en mera curiosidad.

A través de sus personajes Kurt nos muestra la decadencia de la humanidad, haciéndonos vivir un viaje a la extinción de la raza, y disparando sus balas de tinta sobre una estupidez humana capaz de acabar con su propia especie...

Te diré lo que es el alma humana... Es la parte de uno que sabe que el propio cerebro no funciona bien.

Aunque moderada, el libro constituye una andanada contra los aspectos más desagradables de lo que se da en llamar inteligencia; el despilfarro, la vanidad, la violencia, la estupidez entendida como astucia, el egoísmo, la arrogancia, el desprecio por la verdadera inteligencia,...

Un divertido aunque amargo relato

Bikos e apertas

pd: Por qué tantos de nosotros, hace un millón de años, anulábamos con alcohol grandes secciones de nuestro cerebro, sigue siendo un misterio interesante, Quizá intentábamos dar un empujoncito a la evolución, en la dirección correcta: en la dirección de los cerebros reducidos.

1 comentarios:

Wilmer Pozo Sánchez dijo...

SUPER BIEN!!!

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"ONIRICOSIS"