30 de abril de 2009

Los Straitjackets

El viernes pasado fui con Tom y Emilio a la sala Sol a ver a Los Straitjackets acompañados de Big Sandy, a gozar de un concierto de una calidad musical incuestionable

Los Straitjackets son una banda de Nashville (Tennessee), conocidos por sus increíbles directos y sus máscaras de lucha libre, que tocan surf-garaje instrumental, aunque a veces se hacen acompañar de algún vocalista, como el caso del concierto al que fuimos.


Decidimos ir a última hora (menos mal, ya que me habían encantado la anterior vez que les vi en el Gruta hace ya unos años ) y nos encontramos con una sala bastante llena deseando disfrutar de auténtico rock'n'roll.

Esta gente (Daddy-O Grande, Eddie Angel (fantástico a la guitarra), Pedro Del Mar, y Teen Hornet) domina como nadie el ritmo clásico de rock'n'roll sureño, mezclado con versiones bastardas y letras mexicanas, y consiguen que un concierto suyo sea algo para recordar. ¿He dicho ya que son muy divertidos ?


Sonaron muchísimos temas: The Casbah (bestial), Kawanga!, Rockula, Tempest (de la banda sonora de la desquiciante película Psycho Beach Party), Pacifica, Munster's Theme, State Fair, Tallspin, Isn't Love Grand?, My Heart Will Go On, Colhoun Surf, Chica Alborotada,... sin olvidarme de De Día Y De Noche (versioneando el All Day And All Of The Night de The Kinks), Ana, Dame Una Seña, Hey Lupe y Loco, Te Patina El Coco (apabullante versión del Wild Thing de The Troogs).

Dejo las fotos del concierto (bastante malas... ) y la página de myspace de Los Straitjackets, donde se puede escuchar el próximo disco: The Further Adventures Of.

Cuelgo también un vídeo de la canción Casbah:


Bikos e apertas


23 de abril de 2009

Vitales

En la novela Vitales, Greg Bear analiza una nueva idea especulativa a partir de los actuales conocimientos biotecnológicos sobre las posibilidades reales de una mayor longevidad humana.

Hal Cousins y su gemelo Rob son biólogos a la búsqueda de una mayor duración para la vida humana. Su investigación les llevará, por separado, a descubrir que no han sido los primeros en estudiar seriamente esa posibilidad

Misteriosamente, todo ello se emparenta con un viejo proyecto nacido en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial bajo los auspicios y el férreo control de Stalin.

La conspiración está servida...

Yo, el príncipe Hal cousins, científico, egotista supremo, creyente principal en el mundo material, con miedo a la oscuridad y no precisamente en buenos términos con Dios, iba a hacerle una visita a las ecologías más primitivas, buscando la fuente de la juventud. Peregrinaba de vuelta a donde el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal nos había enseñado cómo morir. Planeaba reclamar esa fruta y realizar algunas pruebas de laboratorio.

Esta blasfemia me parecía un intercambio justo por tantos millones de generaciones de atractivos, inteligentes y curiosos seres que se hacen viejos, arrugados y enferman. Convirtiéndose en vegetales feos y seniles.

Convirtiéndose en el fertilizante de Dios.

La novela juega con la idea del estudio de las células primigenias antes de que las mitocondrias se instalasen como parásitos en los organismos unicelulares. Al principio las mitocondrias fueron bacterias (tienen sus propias cadenas de ADN, como cromosomas bacterianos) y vivían libres, pero encontraron un ambiente acogedor dentro de anfitriones celulares y se convirtieron en parásitos; con el tiempo, las mitocondrias se volvieron esenciales y nos hicieron dependientes del oxígeno.

Las mitocondrias resultan ser espías. Quintacoluminstas. Examinan nuestros niveles de estrés, salud mental y física, y le pasan la información a pequeñas bacterias que se esconden en nuestros tejidos.

Todo lo que hacemos causa diferentes tipos de estrés. No se puede permanecer saludable sin un cierto estrés. Pero si fracasamos en nuestro trabajo, si somos desafortunados en el amor, si enfermamos, si nos sentimos furiosos y tristes, nuestro cuerpo se llena de hormonas de estrés. Virus y bacterias desafían al sistema inmunológico, y éste tiene más probabilidades de fallar... Incluso si no falla, con el tiempo, por alguna razón, no nos recuperamos tan fácilmente. Nos deterioramos. Nos debilitamos. La red mitocondrial lee esas señales e informa a las bacterias enterradas profundamente en los tejidos, y la conspiración en pleno chismorrea con los bichos en nuestras tripas. Los bichos, a su vez, le dicen a las mitocondrias que trabajen menos eficientemente. Ésa es la razón última del envejecimiento . Juntos actúan como juez, jurado, y en última instancia como verdugo.

Esa idea de las bacterias comunicándose y cooperando resulta aterradora si resulta cierto, el asunto de las mitocondrias es un antiquísimo caso de asesinato ¿Quién nos diseñó para morir y por qué?

En conjunto el libro resulta interesante en cuanto a la exploración de las posibilidades de alargar la vida humana y nuestro paso por este mundo.

El mismo brillo de convicción de que nuestras partidas de nacimiento no eran al mismo tiempo nuestros certificados de defunción.

Pero así como otros libros que he leído de Bear me gustaron especialmente, como el fantástico La Radio de Darwin (donde se mete de lleno en asuntos evolutivos), su continuación Los Niños de Darwin, y Fundación y Caos (que es parte de la saga de La Fundación iniciada por Isaac Asimov), este en particular me ha decepcionado un poco, no en cuanto a la historia que trata de tejer, sino en cuanto a los resultados, demasiados cabos sueltos...

Aparte de todo esto ¿acaso quieres vivir para siempre? Creo haber comentado en alguna ocasión que ya es hora de que cedamos el paso a otro ser vivo, aquí viene a cuento la página por el Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria

Particulamente sí me gustaría vivir mucho mucho tiempo, y si tiene que ser para siempre, con la posibilidad de desconectarse algunos milenios a voluntad...

Hay demasiado por ver y aprender. La historia no se repite.

Bikos e apertas

12 de abril de 2009

El libro del día del juicio final

Un nuevo libro de Connie Willis: El libro del día del juicio final; que une en un solo volumen los premios Nébula, Hugo, y Locus; ¡casi nada!

A mediados del siglo XXI, Kivrin, una audaz estudiante de historia, se prepara para hacer un viaje en el tiempo con el objetivo de recabar información de primera mano sobre una de las épocas más oscuras de la historia de la Humanidad: la Edad Media, en concreto al siglo XIV, donde la Peste Negra asomaba sus terribles fauces...

Aparentemente, todo ha salido bien, y Kivrin comienza su viaje en una nevada campiña inglesa en pleno siglo XIV. Lo que no sabe es que, en 2045, el técnico que marcó las coordenadas de su viaje ha caído fulminado, presa de una extraña plaga que empieza a provocar el pánico en el presente.

La enfermedad del técnico provoca un error en el lanzamiento de Kivrin...
. Una crisis que enlaza extrañamente pasado, presente y futuro atrapa a Kivrin en uno de los años más peligrosos de la Edad Media, mientras sus compañeros de Oxford (con el profesor Dunworthy a la cabeza, y la inestimable ayuda del pequeño Colin) atacados de repente por una enfermedad desconocida, intentan infructuosamente rescatarla. Perdida en una época de superstición y de miedo, Kivrin descubre que se ha convertido en un improbable Ángel de Esperanza durante una de las horas más oscuras de la historia.

La gente que tiene la peste no se pregunta si la tiene. Están demasiado ocupados muriéndose.

Pero esta novela no es una simple recopilación de aventuras en la Edad Media. Nos encontramos con una recreación perfecta de lo que pasó en 1348 durante la época de la Peste Negra en la zona de Oxford.

Dios no sabía dónde estaba su hijo, pensó Dunworthy. Había enviado a su único hijo al mundo, y algo había salido mal con el ajuste, alguien había desconectado la red, y no pudo recuperarlo; lo arrestaron, le pusieron una corona de espinas en la cabeza y lo clavaron en una cruz.

El título del libro hace referencia al Domesday Book (el Libro del Día del Juicio Final), nombre con el que fue conocido el censo ordenado por el rey Guillermo el Conquistador en 1085-86 para catalogar todas las posesiones del país de manera sistemática por primera vez. El catastro del rey Guillermo tomaba estimaciones y afirmaciones que eran irrevocables e incuestionables, hasta el último puerco del país fue registrado en sus páginas . El nombre se debió a la creencia popular de que Dios (o San Pedro) tiene un libro en el que están registrados los actos de todos los hombres, y que determinará quienes irán al Cielo y quienes al Infierno tras el Jucio Final.

El Diablo no ha muerto todavía. Campa a sus anchas por el mundo.

La novela es una mezcla muy inteligente de ciencia ficción y reconstrucción histórica, donde los hechos científicos son lo de menos, que explora el miedo atemporal a la enfermedad y el sufrimiento y la indomable voluntad del espíritu humano, y que contiene incluso finísimos toques de humor

Lo suiicien lui dami amo: Estás aquí en lugar de los amigos que amo.

Bikos e apertas

Los Coronas

Hace unos días fui al Gruta con una tropa de amig@s (Tom, Cacha, Vanesa, Tomás Tapia, Pablo, Esther, Ramiro, Ester Tejedor, y Jesús - a veces hasta soy medio sociable y todo ) a disfrutar de un concierto de Los Coronas.

Era la segunda vez que les veía, en esta ocasión hacían la presentación de su nuevo disco: El Baile Final..., y no podía perdérmelo.

Los Coronas (Fernando Pardo y David Krahe a las guitarras, Roberto Lozano "Loza" a la batería, Javier Vacas al bajo, y Yevhen Riechkalov a la trompeta) son un grupo pionero en España de la música surf instrumental (sin más voz que la justa para decir gracias y presentarse).

Su música está claramente influenciada por Link Wray, Dick Dale, Los Ventures, o Los Shadows, pero le dan un toque especial de sabor hispano y ecos de cine negro o spaguetti western, añadiendo además (gracias a la inclusión de la trompeta en la nueva formación del grupo) pinceladas de pasodoble o rumba.


La sala estaba abarrotada y enseguida me escapé a una esquina desde donde pude apreciar en toda su intensidad el concierto, solo dejaba mi posición privilegiada y me acercaba de vez en cuando a la barra a por una cervecilla

Desde el principio el sonido fue impecable, no en vano Fernando y David son de los mejores guitarristas que he visto nunca; mención aparte para la batería de Loza, sin duda es el cincuenta por ciento del grupo.


Desgranaron una mezcla de temas de los anteriores discos, pero predominaban los del nuevo (lo que me restó un poquito de rock'n'roll ). Al final quedé un pelín (poco) decepcionado: a diferencia del resto del grupo, Fernando no pareció entrar de lleno en ningún momento; ¡y salieron una sola vez más para los bises! En una sala como el Gruta hay que salir a dar dos tandas de bises por lo menos

Si embargo disfruté enormemente del concierto, están al mismo nivel de calidad que los fantásticos Straitjackets (que me dejaron flipado cuando les vi hace años también en el Gruta).

Dejo las fotos del concierto, y un vídeo de la canción Go Kato Go:


Bikos e apertas


1 de abril de 2009

Un hombre en la oscuridad

Dejando de lado por unos días la ciencia ficción , me leí Un hombre en la oscuridad de Paul Auster. Siempre es un placer sumergirme en la lectura de uno de sus libros.

El protagonista, August Brill, es una persona mayor que tras perder a su mujer y sufrir un accidente de coche se está recuperando en casa de su hija y.su nieta. Es incapaz de dormir por la noches, y aprovecha las horas de oscuridad para inventarse historias y evitar pensar en su mujer desaparecida..

En una de ellas, Owen Brick, un joven mago despierta en el fondo de un foso de paredes muy lisas que no es capaz de escalar. No sabe dónde está ni cómo ha llegado hasta allí, pero escucha el ruido de una batalla. Acaba saliendo y descubre que es un soldado cuya misión es matar a un hombre.

¿Ha sufrido algún trauma que le ha mermado las facultades, haciéndole perder el uso de gran parte del cerebro? Tal vez. Pero a menos que le venga de pronto el recuerdo de ese trauma, no tendrá medio de saberlo. Seguidamente, empieza a explorar la idea de que esté durmiendo en la cama, en su casa, atrapado en un sueño extrañamente lúcido, un sueño tan verosimil y absorbente que la frontera entre lo real y lo imaginario se ha difuminado hasta casi desaparecer.

Auster juega con la mezcla entre los sueños de un anciano y la percepción de vida del confuso Owen; sus vidas se cruzan, observándose paralelismos entre ambas historias. No puedo seguir contando la trama del libro sin destripar la sorpresa

Existen múltiples realidades. No hay un único mundo. sino muchos mundos, y todos discurren en paralelo, mundos y antimundos, mundos y sombras de mundos, y cada uno de ellos lo sueña, lo imagina o lo escribe alguien en otro mundo. Cada mundo es la creación mental de un individuo.

Hay muchas referencias a las ideas de Giordano Bruno sobre la multiplicidad de los mundos. Giordano Bruno fue el primer Panteísta, doctrina en la que se cree que Dios es todo el universo y no una personalidad.. Giordano, allá por el siglo XVI, tuvo que ser uno de los primeros en pensar en universos paralelos, esas cosas que tanto me atraen . No puedo evitar copiar un extracto de uno de sus textos relacionado con el libro de Auster:

Dios es omnipotente y perfecto y el universo es infinito, si dios lo conoce todo entonces es capaz de pensar en todo, incluido lo que yo pienso, Debido a que dios es perfecto y conoce todo, debe crear lo que yo pienso. Yo puedo imaginar un infinito numero de mundos parecidos a la tierra, con un jardín del edén en cada uno. En todos esos jardines la mitad de los Adanes y Evas no comerán del fruto del conocimiento y la otra mitad lo hará, de esta manera un infinito numero de mundos caerá en desgracia y habrá un infinito numero de crucifixiones. De aquí puede haber un único Jesús que irá de mundo en mundo o un infinito numero de Jesuses. Si hay un solo Jesús, la visita a un número infinito de mundos tomara una infinita cantidad de tiempo, de este modo debe haber un infinito numero de Jesuses creados por Dios.

Auster es un genio desarrollando el tipo de historias en las que las vidas de los personajes se cruzan en un mundo casi onírico. Siempre tiene un fondo triste, pero a la vez completamente existencial y con un profundo amor a la vida

La gente se muere de pena. Ocurre todos los días,
y seguirá sucediendo hasta el fin de los tiempos.


La vida sigue, después de todo,
incluso en las más penosas circunstancias,
continúa hasta el final, y entonces se para.

Una vez más el libro me encantó, no recuerdo ninguno de Auster que no me haya gustado, y ya van unos cuantos: La trilogía de Nueva York (Ciudad de cristal, Fantasmas, y La habitación cerrada), El país de las últimas cosas, La invención de la soledad, El palacio de la luna, La música del azar (fantástico), Leviatán (uno de mis libros preferidos), Mr Vértigo, El cuaderno rojo, Tombuctú (entrañable), El libro de las ilusiones, La noche del oráculo, y Brooklyn follies.

He pensado en ello durante años, y la única explicación medio razonable que se me ha ocurrido alguna vez es que a mí me pasaba algo, había algo que no marchaba bien, un defecto en el mecanismo que lo fastidiaba todo. No estoy hablando de una flaqueza moral. Me refiero a mi mentalidad, a mi estructura intelectual. Ahora soy un poco mejor, creo yo, el problema pareció disminuir a medida que iba haciéndome mayor, pero en aquella época, a los treinta y cinco, treinta y ocho, cuarenta, iba por ahí con la sensación de que mi vida nunca me había pertenecido de verdad, de que siempre había estado ausente de mi mismo, de que jamás había tenido una personalidad real. Y al carecer de realidad, no comprendía el efecto que producía en los demás, el dolor que podía infringir a las personas que me querían.

Por eso me gusta Paul Auster

Bikos e apertas