31 de octubre de 2010

Darwinia

Tras Mysterium, Los Cronolitos y Spin, le toca el turno a un nuevo libro de Robet C. Wilson, Darwinia, que arranca con un curioso fenómeno: un buen día de 1912 ¡Europa ha desaparecido!

Europa ha desaparecido y casi todo el mundo cree que es un acto de justicia divina ante las teorías de Darwin, puesto que su desaparición viene acompañada de un milagro creacionista en forma de una indescriptible jungla llena de una flora y una fauna desconocidas que ocupa el lugar de la cuna de occidente, aunque geográficamente siga siendo Europa.

El mundo tal como es conocido se tambalea, Estados unidos se convierte en su principal potencia, y los restos coloniales de los países europeos aspiran a reconstruir sus respectivos imperios colonizando de nuevo el continente perdido.

Entre los neo-colonizadores se encuentra el joven Guilford Law, que viaja a Darwinia en una misión de reconocimiento que le llevará más allá de lo que pudiera haber imaginado... hasta descubrir una impactante revelación sobre el destino de la raza humana en el Universo, ya que la nueva Europa es un punto de entrada a una invasión de "algo" que se irá desvelando según se lee el libro

El arranque de Wilson es magnífico: un milagro de proporciones gigantescas, un ambiente inmejorable donde se mueven los protagonistas,... y cuando ya pensaba que la temática del libro iba a derivar en el género steampunk, la trama del libro empieza a discurrir un curso totalmente distinto, donde entidades superiores se enfrentan en una guerra a escala cósmica.

Resulta un contraste demasiado fuerte entre la novela de aventuras inicial de unos exploradores embarcados en un viaje a través de un nuevo y exótico contienente lleno de misterios, y otra sobre un enfrentamiento megalomaniaco con una duración de eones entre una megainteligencia y una especie de virus que amenaza la existencia de Todo.

Creo que Wilson fracasa al intentar unir ambas historias y acaba enlazándolas de una manera a la desesperada, ideando una megainteligencia que, ante la finitud de la vida contenida en el universo, crea un mecanismo que almacena simulaciones de todo lo que ha sido, es y será, enterándonos de sopetón que el universo ya ha acabado (o al menos la posibilidad de vida) y sólo quedan las simulaciones... y que incluso éstas están siendo amenazadas... siento el destripe de la historia

Bikos e apertas

pd: ¿Qué significaba morir, cuando el mundo estaba hecho de números?

11 de octubre de 2010

Camelot 30K

Camelot 30K, de Robert L. Forward, es una novela de ciencia ficción dura, muy dura , con todo lo que eso conlleva: la narración se ve acompañada de un gran rigor científico que trata de aportar credibilidad a la historia.

Las sondas espaciales humanas han descubierto vida inteligente en los confines del sistema solar, en un planetoide helado de la nube de Oort con una tenue atmósfera de hidrógeno, un lugar donde el Sol es una estrella más en el firmamento, la más brillante pero de la que apenas llega calor, un lugar realmente inhóspito, al menos para los humanos...

En el planetoide viven los keracks, una especie inteligente con un aspecto de gambas, con un único y gran ojo, de apenas unos centímetros de altura y con una biología totalmente adaptada a las condiciones extremas de su habitat

Veinte años después una expedición aterriza en el planetoide 1999 ZX (Hielo para sus habitantes) para estudiar la civilización kerack, y establece contacto con la maga (una especie de científica) Merlene de la ciudad de Camalor, que actuará de guía para conocer los entresijos de la compleja sociedad kerack.

Para poder interactuar con los keracks fuera del módulo espacial, los humanos emplean pequeños robots manejados remotamente (telebots) que se asemejan a los diminutos keracks. De esa manera pueden desplazarse por la ciudad de Camalor y conocer las costumbres y comportamientos de los asombrosos habitantes de la civilización de Hielo.

A través de los ojos de la entrañable Merlene y los telebots, Forward describe con minuciosidad (a veces excesiva ) la compleja ciudad de Camalor y la sociedad en la que viven los keracks, una especie de mente colmena, siempre conectados unos con otros.

Los primeros dos tercios de la novela constituyen una inacabable sucesión de descripciones de la extraña especie kerack, su constitución fisiológica y biológica, su modo de vida y su sociedad, con una acción casi inexistente. En el último tercio, Merlene y los representantes humanos descubren el secreto que se esconde tras una compleja estructura que está siendo construida por los keracks y que amenaza a la ciudad de Camalor y sus habitantes. No voy a revelar la sorpresa , sólo diré que tiene que ver con la capacidad de los keracks para mantener un temperatura corporal de unos 70K (-203ºC), excesivamente caliente en un medio en torno a los 30K (-243ºC)...

Durante toda la novela, Forward parece estar narrando asuntos cotidianos y sin aparente importancia con el único fin de alargar la historia, cuando todo es parte de una trama apocalíptica, que desemboca en una inesperada y refrescantemente pornográfica escena final

Forward consigue crear unas biologías asombrosas para los keracks, pero además los hace también muy cercanos y familiares, con una inteligencia equiparable a la humana, sin complicarse la narración como podría hacer Stanislaw Lem (que postulaba la imposibilidad de que la humanidad, enfrentada a una inteligencia alienígena, fuera capaz de llegar a la comunicación o al entendimiento, sino incluso a una mutua percepción), los keracks son raros, pero Forward hace posible y fácil su interactuación con los humanos.

La novela resulta absorbente pese a que la prosa de Forward no es precisamente la quintaesencia de la excelencia literaria (aunque quizá la traducción no le haga méritos...), los datos científicos son introducidos de una manera clara (no siempre...), y la imaginación de Forward hace el resto para crear una narración tremendamente adictiva

No deja de ser sorprendente la gran cantidad de referencias artúricas, no sólo en el parecido entre Camelot y Camalor y los nombres de algunos keracks como Merlene y Mordet, sino también en la forma de vida kerack, una sociedad medieval con su división en oficios, una nobleza, e incluso justas a lomos de los equivalentes equinos de los keracks, los heullers. Pero ahí se acaban los paralelismos, es una novela de ciencia ficción

Bikos e apertas

pd: El título de la novela juega con el parecido entre los nombres de Camelot y Camalor, al que se une la temperatura ambiente de Hielo, 30K; y no puedo evitar acordarme del cómic Camelot 3000, donde un ejército de extraterrestres llega a la Tierra en el año 3000 con el objetivo de conquistar el planeta, pero un niño encuentra accidentalmente la cripta del Rey Arturo y sus caballeros, y éstos reviven mágicamente y se enfrentan a las fuerzas invasoras.

20 de septiembre de 2010

After Dark

La novela After Dark, de Haruki Murakami, transcurre desde poco antes de la medianoche hasta poco antes de las siete de la mañana, durante esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado

Arranca con un narrador que nos guía desde las alturas hasta la ciudad sumida en la noche. Junto con ese narrador, que nos acompañará a lo largo de toda la novela como un ser omniscente, descendemos por casualidad sobre Mari, una joven estudiante que ha perdido el último tren para ir a su casa y está leyendo en la mesa de un café esperando a que pase la noche.

Aunque probablemente no ha perdido el tren, sino que se ha quedado a propósito para tener unas horas de soledad y reflexión, en una búsqueda de su propia identidad alejada de su realidad cotidiana

Takahasi, un músico que va a ensayar con su banda, entra en el café y se sienta frente a Mari. Ambos se conocían de unos años antes, de una cita doble junto con la hermana mayor de Mari, Eri, una joven modelo de espectacular belleza.

Mientras Mari y Takahasi conversan, Eri duerme profundamente en su casa, pero no un sueño normal, sino uno profundo e inalterable, que dura ya dos meses . Eri experimenta una transmigración onírica que Murakami nos relata como parte de la realidad, una visión desde el otro lado.

Al poco rato abre los ojos. Deslumbrada por la luz de los fluorescentes alineados en el techo, los cierra de golpe. Su conciencia parece que se resista a despertar. Que rechace el mundo de la realidad y desee seguir durmiendo indefinidamente, dentro de las mullidas tinieblas cargadas de misterio.

Takahasi se marcha y Mari sufre una segunda interrupción: Kaoru, una amiga de Takahasi que es la encargada de un love hotel, le pide que le ayude con una prostituta china que ha sido agredida brutalmente por un cliente. Un cliente, Shirakawa, que trabaja en ese mismo barrio durante la noche.

La narración fluye a través de la noche ramificándose en historias que brotan alrededor de Mari, en las que los personajes se encuentran, hablan y se revelan sus secretos a medida que ganan confianza, se separan y se van a otros lugares, se cruzan con otros personajes, vuelven,... en un virtuoso despliegue de paralelismos y encuentros

Muchas de las cuestiones que se plantean en la novela no tienen un final dentro de ella, sino que continúan más allá, sin que eso realmente importe, sólo son retazos de los periplos nocturnos de los personajes.

Aparecen varios personajes sumamente interesantes, quizá más que la propia Mari (al fin y al cabo la clásica adolescente introvertida llena de temores), que son tratados fugazmente por Murakami, como una empleada del love hotel, Kôrogi, una muchacha con un pasado misterioso, con la que Mari tiene conversaciones llenas de profundidad y sentimientos.

(Mari) - ... Yo soy de ese tipo de personas. De las que se esfuerzan.
(Kôrogi) - ¿Esas que van siguiendo su camino, solas, currando día a día? Como el herrero del bosque.
- Sí.
- Pues a mí me parece admirable ser capaz de hacer algo así.
- ¿De esforzarse?
- De ser capaz de esforzarse.
- ¿Aunque no ganes nada con ello?
...

(Kôrogi) ... En este mundo hay cosas que sólo puedes hacer sola y cosas que sólo puedes hacer con otra persona. Es importante ir combinando las unas con las otras...

La lectura de After Dark resulta muy cinematográfica, se tiene muchas veces la impresión visual de ciudad oscura salpicada de neones, que me parece muy inspirada en algunas obras de Edward Hopper (como Nighthawks o Automat). Además Murakami incide en ese aspecto, situando nuestro punto de vista en las escenas e incluso fijando la banda sonora (el propio título de la novela está sacado de la pieza de jazz Five Spot After Dark). Aunque a veces esa sensación de estar manejados como un guión de cine resulta un poco agobiante

La finalidad de la novela es la búsqueda de uno mismo, el encuentro con lo que somos, nuestra identidad; el viaje nocturno de Mari gira en torno a esa idea, en las conversaciones que mantiene con los demás personajes.

(Takahasi) ... Nuestra vida no se divide entre la luz y la oscuridad. No es tan simple. En medio hay una franja de sombras. Distinguir y comprender esos matices es signo de una inteligencia sana. Y conseguir una inteligencia sana requiere, a su modo, tiempo y esfuerzo...

La novela de Murakami resulta sumamente poética, llena de historias sencillas y cautivadoras sobre personajes solitarios, esos personajes que tanto me gustan

La noche se ha acabado por fin. Aún falta mucho tiempo para que nos visiten de nuevo las tinieblas.

Bikos e apertas

3 de septiembre de 2010

Zugzwang

Zugzwang es un libro de Ronan Bennett, cuya trama se desarrolla en el San Petersburgo de 1914, en vísperas de la Gran Guerra y la Revolución Rusa.

Tras dos asesinatos brutales, el doctor en psicoanálisis Otto Spethmann se convierte en el principal sospechoso, y a raíz de verse envuelto en esas circunstancias, empieza a realizar una investigación por su cuenta, y acaba viéndose implicado en un complot para asesinar al zar Alejandro II.

Desde ese momento, Spethmann estará en posición de zugzwang, una palabra alemana compuesta de zug (movimiento) y zwang (obligación), empleada en el mundo del ajedrez para describir una posición en que uno de los jugadores queda reducido a un estado de total impotencia: está obligado a mover, pero cualquier movimiento sólo empeora su situación

En la vida, como en el ajedrez, hay veces en que cualquier movimiento es una mala jugada.

El plan para perpetrar el asesinato del zar se apoya en la figura de un genio del ajedrez, Avrom Chilowicz Rozental, el favorito en el torneo más importante de San Petersburgo, a través del cual los revoltosos esperan poder acceder a las cercanías del zar.

Rozental es paciente de Spethmann, una figura traumatizada encerrada en sí misma que sólo vive para el ajedrez. Este personaje se apoya en el Gran Maestro de ajedrez Akiva Rubinstein, quien fue considerado como favorito en el gran torneo de San Petersburgo de 1914, pero que contra todo pronóstico tan solo pudo obtener un puesto en medio de la clasificación.

Una hermosa estudiante envuelta en actividades políticas radicales (la hija de Spethmann, Catherine), una gran dama con un pasado doloroso (Anna Petrovna Ziatdinov, paciente de Spethman y finalmente su amante), un complejo detective de policía (Lychev), un portentoso ajedrecista (R. M. Kopelzon, amigo de Spethmann, y con el que desarrolla una partida de ajedrez a lo largo de la novela), el lider de los bolcheviques (Berek Medem) y un siniestro plutócrata de derechas (Peter Zinnurov, el padre de Anna) compartirán tablero con Spethmann dentro de una trama llena de intrigas políticas, que al final, como la partida entre Spethmann y Kopelzon, terminará en zugzwang...

Bikos e apertas

pd: Por mucho que soñemos, siempre hay una realidad.

23 de agosto de 2010

Maldito karma

Maldito karma es un libro de David Safier que relata las vicisitudes por las que pasa la presentadora de televisión Kim Lange tras su muerte

El día de mi muerte no tuvo ninguna gracia.
Y no sólo porque me muriera.


Kim está en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa.

En el más allá, (Oh, mierda, estoy muerta de verdad), Kim se encuentra con Buda y se entera de que ha estado acumulando mal karma a lo largo de toda su vida: ha engañado a su marido, ha descuidado a su hija, ha aplastado a todo aquel que se interponía en su escalada a la cumbre de su carrera profesional, y ha amargado a cuantos la rodean.

Pronto descubre cuál es su castigo: está en un agujero, tiene dos antenas y seis patas… ¡es una hormiga!


Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel por toda la eternidad. Además, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Así que sólo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escalera de la reencarnación y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser un insecto y convertirse en un ser bípedo es duro y está plagado de contratiempos.

Recibe una ayuda inesperada de otra hormiga, que resulta ser la encarnación del mismísimo Casanova, que la instruye en el funcionamiento del karma:

Quien obra bien acumula buen karma y entra en la luz del nirvana.
Quien obra mal prolonga su existencia, como nosotros.

A lo largo del libro, Kim asciende y desciende en la escalera de la reencarnación según sus actos en sus nuevas vidas: hormiga, conejillo de indias, ternera, lombriz, escarabajo de la patata, ardilla, perra, ... y cada vez que muere se encuentra con Buda (al que llega a tenerle verdadera rabia...
) quien le indica en qué se ha equivocado.

Nunca me acostumbraré a esta mierda de morir.

Maldito karma es una fábula que intenta hacernos reflexionar sobre nuestras prioridades, nuestros valores y las diferentes decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida; y una pregunta sobrevuela toda la novela: ¿realmente somos conscientes de la suerte que tenemos por vivir? ¿O vivimos encerrados en una burbuja en la que nuestros problemas nos parecen siempre los más graves y en donde nos consideramos siempre el único centro del universo?

Aparte de su intención moralista, el libro es entretenido y divertido, de esos que se leen de un tirón sin despegar los ojos de las páginas. Las aventuras de Kim resultan bastante entretenidas (la inclusión de Casanova tiene bastante que ver) y mantienen la intriga de cómo va a acabar todo... aunque el final me ha resultado demasiado rosa y me ha estropeado las buenas sensaciones iniciales

Bikos e apertas

27 de julio de 2010

Llenos de vida

John Fante es uno de mis escritores favoritos , también lo era para Charles Bukowski (que le consideraba un genio y su fuente de inspiración), y es un placer leer sus sencillas historias, con una elección de las palabras digna de un verdadero maestro.

Hace tiempo que leí la saga de Arturo Bandini: Camino de Los Ángeles, Espera a la primavera, Bandini, Pregúntale al polvo y Sueños de Bunker Hill, así como La hermandad de la uva; todos ellos grandes libros de Literatura con mayúsculas.

Llenos de vida está ambientado en Los Ángeles de la década de los cincuenta, donde un escritor (que se llama John Fante, aunque el libro no es realmente autobiográfico) trabaja como guionista y espera su primer hijo de su mujer Joyce.

Salí al jardín y me quedé entre las rosas, satisfecho de mi casa. Eran las ventajas de ser escritor. Yo, John Fante, autor de tres libros. 

Desde que se ha quedado en estado su mujer no para de leer libros religiosos y replantearse su vida; dice haber encontrado a Dios y conmina a su marido para que se casen: antes de dar a luz quiere bautizarse y casarse en la iglesia; para desconsuelo de Fante, ateo convencido, que ve el abultado vientre de su esposa (lleno de vida) como una enorme montaña de problemas

La pareja pasa por una época de bonanza económica, todo parece perfecto, hasta que el suelo de madera de la cocina se hunde por culpa de una plaga de termitas. Las reparaciones son muy costosas y John decide ir en busca del mejor albañil de California para que les arregle gratis el suelo: su padre, Nick, el viejo gruñón que vive en un pueblo junto a su madre. El regreso significa el reencuentro con su pasado y con unos padres a los que hace tiempo que no ve.

Las supersticiones de origen italiano de la familia de John vuelven loco al pobre escritor: la obsesión de su padre para que Joyce coma huevos y ostras para así asegurar el nacimiento de un varón (tú dame nietos y cállate), el empeño de su madre de meterle dientes de ajo en los bolsillos para traerle suerte,...

Me levanté para irme. Me detuvo. Algo la inquietaba.
Tú y Joyce, ¿dormís a la americana? –Quería decir en camas separadas.
Ahora que está embarazada, dormimos a la americana.
Qué vergüenza. El niño no te conocerá.
Nos haremos amigos cuando nazca.
Dormid a la italiana. No comprendéis a los niños. Están muy solos en la matriz. Ahí no tienen a nadie. Necesitan a su padre. 

John convence a su padre para que pase los últimos meses del embarazo de su mujer en su casa, mientras repara el suelo de la cocina, y es a partir de ahí donde comienza lo mejor del libro

La conversión de su mujer al catolicismo, las borracheras y líos en los que se mete el viejo Nick,... proporciona pasajes que son una auténtica delicia, y que deja imágenes que quedan grabadas en la memoria: Nick entrando en un tren con un equipaje cargado de vino, queso y salami, la tensión descontrolada por el ritmo al que sube el taxímetro (con un final que despliega una gran ternura), la cocina que parece que no se repara nunca, la construcción extra de una chimenea,...

Tener en casa a un padre cabreado por los dos nietos que no ha tenido según sus cálculos, y que ya podrían estar jugando con él (¿Dónde están?, pregunta insistentemente, ¿Cómo quieres que lo sepa responde su hijo), no resulta nada fácil para John.

La encerrona que Nick y Joyce le tienden a John en casa, donde le esperan junto con un párroco católico es antológica

—¿Dónde ha estado esta hora y media?
Le dije que en Lucey’s, tomando un whisky.
—¿No sabe que su mujer está embarazada? … ¿Qué tiene de malo beber aquí, en su propia casa?…
—Claro, padre. También bebo en casa, y mucho.

Y a continuación, el santo varón le aclara todas las dudas teológicas en un instante, con argumentos tales como: ¿La infalibilidad del Santo Padre? Se lo aclararé de una vez para siempre: lo es. ¿Qué más le preocupa?, o ¿La resurrección? Por el amor del cielo, Fante, si es muy sencillo. Cristo fue crucificado y ahí tenemos la inmortalidad prometida a todos sus hijos. ¿O prefiere morir como un perro? Y la mejor pirueta deductiva, a la altura de Tomás de Aquino: Yo le diré lo que es el control de natalidad en la Iglesia católica. No existe

Es un relato familiar que narra la relación entre un padre y un hijo, que hace una defensa a ultranza de la familia por encima de todo, un relato lleno de ternura, lleno de vida. Para ello Fante emplea una prosa exquisita, en la que no sobra ni una palabra, que aúna humor, ternura, rabia, sentimientos,... para construir una historia cotidiana sobre el choque generacional entre padres e hijos, los conflictos familiares, la alternancia entre tedio y aburrimiento dentro de la vida conyugal, las creencias religiosas,... en definitiva, sobre el fascinante misterio de la vida.

Los ingeniosos diálogos son realmente soberbios
, siempre en tono juguetón y caricaturesco, pero de una gran profundidad. Rápidos y concisos, los diálogos confieren una gran agilidad al relato, sin tregua.

Aparte de saber cómo finalizar un libro, tras falsas alarmas de parto, cigarros nerviosos a deshoras y un desenlace a tono con el resto del relato con la despedida entre John y su padre (Tú vive aquí y mantén a tu familia), deteniéndose en el momento justo, el que marca una historia redonda y sin alardes, Fante sabía cómo empezarlos, la primera línea del libro es majestuosa:

La casa era grande porque nuestros proyectos también lo eran.

Fante sabía escribir

Bikos e apertas

19 de julio de 2010

La vida secreta de los números

George G. Szpiro hace en La vida secreta de los números un homenaje al mundo de las matemáticas, tratando mediante el relato de anécdotas de grandes matemáticos de la historia de hacer sentir la belleza y la elegancia que alberga

El libro se sumerge en diversos problemas, algunos aún no resueltos, que han surgido fruto de la mente de diversos personajes matemáticos o afines a las matemáticas: David Hilbert, Isaac Newton, Pierre de Fermat, Henri Poincaré, Carl Friedrich Gauss, Leonhard Euler, Niels Henrik Abel, John von Neumann, la familia Bernoulli, Daniel Hillis, Leonardo Bonacci de Pisa (Fibonacci), Benoît Mandelbrot, ...

Aparecen numerosas pinceladas de datos biográficos de los muchas veces estrafalarios personajes que han poblado el árbol de las matemáticas. Sin ellos el mundo sería mucho más aburrido, y gracias a ellos puedo deleitarme con las maravillas que idearon

Cuando una persona muestra su don de gentes en una fiesta o recepción recitando un poema se le considera culto e instruido. Si por el contrario lo que se recita es una fórmula matemática la cosa cambia. Lo más que cabe esperar son algunas miradas compasivas y la etiqueta de “invitado más empollón de la fiesta”. La mayoría de los invitados admitirían que no se les dan bien las matemáticas, que nunca se les han dado bien y que nunca se les darán bien. Lo cierto es que esto resulta sorprendente. Imaginemos a nuestro abogado diciendo que se le resiste la ortografía, o a nuestro asesor financiero asegurando divertido que siempre confunde a Voltaire y Molière. Tal vez tacharíamos a esas personas como incultas. Eso no ocurre con las matemáticas. Las carencias en este campo suelen aceptarse tranquilamente.

Se puede decir más alto pero no más claro

Dentro del libro uno se puede encontrar con la explicación de la duración de los años que rigen nuestras vidas, la teoría de nudos aplicada a la correcta hechura de una corbata, la acertada elección de las abejas al disponer sus colmenas en formas hexagonales, las implicaciones matemáticas del juego del Tetris, las diferentes mediciones que puede realizarse en una frontera o una costa y su paralelismo con los fractales, ...

Un libro inteligente y con bastante sentido del humor, de una lectura muy amena y que permite acercarse al fascinante mundo de una materia que siempre ha sido considerada árida... y eso nunca lo entenderé

Bikos e apertas

16 de julio de 2010

Cántico por Leibowitz

El libro Cántico por Leibowitz es todo un clásico de la ciencia ficción de Walter M. Miller publicado en 1959 y ganador del premio Hugo de 1961, donde el motor central que conduce la novela es la eterna lucha entre ciencia y religión, siempre enfrentadas, pero condenadas a complementarse

El libro está dividido en tres partes que transcurren a lo largo de 1200 años, formando una especie de ciclo dentro de la historia de la Humanidad:

Fiat Homo (Hágase el Hombre): Después de la Tercera Guerra Mundial, un holocausto nuclear que ha sumido al mundo en una edad oscura, la ciencia, a la que los supervivientes consideran causante de todo el horror producido, es perseguida y sólo encuentra cobijo en las órdenes religiosas. Estas órdenes se dedican al cuidado de los libros que sobrevivieron a la quema posterior a la guerra (la Gran Simplificación).

Qué manía con quemar libros


Isaac Edward Leibowitz era un científico que participó en la creación de las poderosas armas que pusieron fin a la civilización. Arrepentido de sus actos funda la orden Albertiana, dedicada a preservar los retazos de conocimiento para una época posterior. Esta misión, difícil y peligrosa, se cobra la vida de muchos monjes (memorizadores y contrabandistas de libros), al ser desenmascarados por los fanáticos. Así encuentra su muerte el mismo Leibowitz, ahorcado con su propio cinturón.

Fita Homo transcurre seiscientos años después de la muerte de Leibowitz, en una abadía de la orden Albertiniana de Leibowitz. El mundo ha entrado en una nueva edad oscura, y los monjes, como antes hicieran sus iguales en el medioevo, se dedican con paciencia a conservar la Memorabilia, los fragmentos de conocimiento que han sobrevivido entre sus muros, copiando documentos sin comprender su significado, con la esperanza de que algún día puedan servir para facilitar el camino de retorno a la ciencia de antaño.

El hermano Francis, un novicio que está en medio de su retiro cuaresmal, tiene un encuentro con un extraño peregrino. A resultas de éste, descubre por azar un viejo refugio nuclear que alberga lo que parecen ser reliquias del mismísimo Leibowitz. Este hallazgo constituye un quebradero de cabeza para el abad Arkos, ya que se está debatiendo en la Nueva Sede Pontificia la canonización del fundador de la orden, y un descubrimiento de tales características podría considerarse como demasiado oportuno.

Esta parte marca las pautas de lo que será un nuevo comienzo para la Humanidad...

Fiat Lux (Hágase la Luz): Comienza seiscientos años después de la primera parte, en el año 3174, donde una incipiente civilización vuelve a despertar, pero por desgracia a través del único camino que el hombre parece conocer: la guerra.

Tras más de un milenio de oscuridad se está produciendo un nuevo renacimiento, y el poder bascula entre la iglesia y los imperios en potencia. La ciencia ha iniciado el camino de redescubrimiento del saber perdido. Ha llegado el momento en que la Memorabilia puede cumplir su función original, pero la situación es tensa y compleja: la confrontación entre religión y estado ensombrece lo que podría haber sido el momento de justificación de la orden.

Thon Taddeo, un profesor y científico, acude a la abadía (liderada en este momento por el abad Paulo) para estudiar la Memorabilia. Su escepticismo inicial pronto se transforma en asombro ante el saber allí acumulado, pero también en resentimiento, ¿debe utilizarse de nuevo la sabiduría recuperada?

El conflicto es claro para los monjes que tan bien han guardado el saber durante centurias: puesto que la ciencia es la causante de la destrucción de la Humanidad, ¿deberían dejar que saliera de su refugio? ¿Qué sería de ellos si todo el mundo tuviera lo que es el sentido de su existencia? Unas preguntas complicadas y de difícil respuesta

Fiat Voluntas Tuas (Hágase Tu Voluntad): Seiscientos años más tarde, el Hombre ha vuelto a recuperar su esplendor... y también la sabiduría que le hace estar de nuevo en posesión de armamento nuclear.

La orden Albertiana de Leibowitz ha continuado su tarea de recopilación y almacenamiento del conocimiento. Parece imposible que, conociendo inequívocamente las consecuencias, los dirigentes puedan repetir los errores del pasado, pero los acontecimientos parecen precipitarse hacia un nuevo holocausto, quizá más terrible que el anterior.

Existe, sin embargo, un resquicio de esperanza: la colonización espacial se encuentra en sus primeros estadios. Es compleja, dificultosa y arriesgada, pero algunos hermanos podrían llevar consigo la Memorabilia a otros mundos donde quizás pudiera pervivir la especie y la cultura humana. Todo un canto a la supervivencia de la especia humana, pese a que hace todo lo posible por exterminarse a sí misma


¿Será tan grande la estupidez del hombre como para condenarse de nuevo a la extinción? Dom Jethras Zerchi, el último abad, no alberga demasiadas esperanzas al respecto, pero se esfuerza por cumplir su misión y mantener sus ideales hasta el último momento.

Esta portada me gusta más

Walter Miller presenta a la religión como soporte de la civilización., como guardiana y depositaria del saber humano. A lo largo de toda la narración pervive el conflicto moral entre los dos grandes protagonistas del progreso humano: ciencia y religión, compenetrándose y finalmente combatiendo en un maravilloso último capítulo, ofreciendo el verdadero dilema que les separa, creencia y saber.

El autor nos hace partícipes de las dudas morales de los monjes, meros guardianes que ven impotentes como su criatura se les escapa de las manos, a los que no les queda otro camino que la resignación y aceptación de su papel en el destino de la raza humana.

En todo el libro apenas aparecen un puñado de personajes, llenos de dudas, virtudes y flaquezas. Destacan los tres abades de la orden (Arkos, Paulo y Zerchi): intelectuales y reflexivos; su labor de perpetuación del conocimiento les requiere determinación e inclinarse ante la marea de los tiempos que les han tocado vivir

Aparecen otros personajes no menos interesantes: el humilde y sincero hermano Francis (descubridor de las reliquias del fundador de la orden), el profesor Thom Taddeo (siempre en la búsqueda del saber), el hermano Kornhoer (genio intuitivo de la ingeniería aplicada), o el doctor Cors (con el que el abad Zerchi disputa sobre la eutanasia).

En las tres partes de la novela aparece el personaje del vagabundo inmortal, con el que creo que el autor quiere identificar al lector. Y para finalizar todas las partes, los buitres, una sublime metáfora del imperecedero paso del tiempo que todo lo devora

En el fondo subyace la inevitabilidad de la estupidez del Hombre, condenado a repetir sus errores una y otra vez de una manera cíclica. Siendo una novela en última instancia pesimista, constituye también un grito de alarma sobre la autodestrucción, con la convicción de que no será escuchado...

Non cogitamus, ergo nihil sumus
(No pensamos, por lo tanto no somos)

Bikos e apertas

pd: En diversas partes del libro aparece el término Fallout, identificado por los monjes como el demonio que puso fin a la civilización, y que en realidad son sustancias radiactivas depositadas sobre la superficie de la tierra desde la atmósfera.


11 de julio de 2010

La venganza de don Mendo

El domingo pasado (para rematar un fin de semana bastante entretenido ) me fui con Ricolo, Tita y Guille a ver La venganza de don Mendo en el teatro Alcázar.

Carles Sans, Paco Mir y Joan Gracia o, lo que es lo mismo, Tricicle, son los responsables de una nueva versión del clásico de Pedro Muñoz Seca, La venganza de Don Mendo, obra estrenada en 1918.

La obra pertenece al género, creado por el autor, del astracán, un género cómico que sólo pretende hacer reír a toda costa; tanto las situaciones como los personajes, e incluso el decorado, buscan el chiste y el humor. El retruécano (perfecto para gallegos ), los juegos de palabras, y la deformación del lenguaje abundan por doquier en pos del humor y la parodia.

La historia de Don Mendo es la historia de un noble del siglo XII con apuros económicos que, para salvar el honor de su amada, acaba en prisión. Se da cuenta de que la mujer no merece su amor, escapa de la prisión, y planea su venganza...

La escenografía consta de cuatro decorados que se corresponden con los cuatro actos de la obra: un castillo, una mazmorra, un campamento de soldados y el interior de una gruta.

Castillo:
Don Mendo, marqués de Cabra, es sorprendido en la alcoba de su amada y bella Magdalena, hija de don Nuño y comprometida con don Pero, Duque de Toro y privado del rey Alfonso VII. Don Mendo para salvar el honor de la joven doncella reconoce que ha entrado en la fortaleza para robar. Su amada queda limpia de toda sospecha, y él es enviado a prisión y condenado a morir emparedado



Mazmorra:
Mientras don Mendo está en prisión, su dama le paga con cuernos y traición, e incluso aboga porque el pobre don Mendo sea motivo de bufa y escarnio. Don Mendo, enterado de los verdaderos planes de su amada (que sólo desea medrar en la corte y deshacerse de él), escapa de la prisión con la ayuda de su amigo el marqués de Moncada, y jura venganza... que será terrrrible


Campamento: Don Mendo se ha convertido en un trovador y recorre el reino
en compañía de la mora Azofaifa, encandilando con su porte a cuanta dama se cruza en su camino. Llegan a un campamento de soldados donde se encuentra la bella Magdalena con su flamante marido, don Pero. A don Mendo se le presenta la ocasión ideal para llevar a cabo su venganza , y cita a Magdalena (que no le ha reconocido) en el interior de una gruta.


Gruta:
Al interior de la gruta acaban llegando todos los personajes de la obra, como en una divertida comedia de enredo, espiándose y siguiéndose unos a otros. El drama desenlaza en una sangrienta escena final, en la que como se suele decir, muere hasta al apuntador



Tricicle ha hecho alguna variación sobre el texto original, recortándolo cuando se hacen referencias directas a hechos contemporáneos de la época de estreno de la obra (principios del siglo XX), y añadiendo referencias a sucesos actuales; han intentado también agilizar más las escenas, sustituyendo monólogos por diálogos en algunas cosasiones. Y han trasladado el vestuario de un aburrido siglo XII a un más colorista siglo XIV.

Es una obra cargada de gags y sorpresas, una comedia que es en realidad una divertida parodia de una tragedia, llena de engaños y tropelías en un marco medieval.

Bikos e apertas