19 de julio de 2007

Una más en casa

Desde el domingo somos una más en casa: una pequeña gatita

El sábado pasado fui de churrascada con Santi (compañero de piso) y un grupo de amig@s suyos a un pueblo: Pelayos de la Presa; como en toda buena churrascada (todavía está reciente la de San Juan en Coruña con mi familia) de lo que se trata es de comer y beber bien, además de disfrutar de esas charlas post-atracón que se alargan hasta bien entrada la madrugada...

A la mañana siguiente nos encontramos con que la gata de la chica dueña de la casa había abandonado una de sus crías trasladando de lugar su camada, imagino que bastante culpa tuvo el que estaba cerca una panda enorme de gente haciendo jaleo...

No pude evitarlo y me la traje a casa, eso o dejar que se muriese, ¡y eso nunca! No podría dormir en mucho tiempo, la pequeña se ha ganado el tener una oportunidad de vivir.

Desde entonces apenas duermo, no ha abierto aún los ojos y cada más o menos tres horas toca biberón, así que estoy en un estado bastante ruinoso y lamentable aunque ya "casi" me he acostumbrado a este duermevela... En el trabajo se han portado muy bien y me han dado una hora todas las mañanas para acercarme a casa y darle el biberón de las once

Vika (qué maravilla de animal), la gata que convive conmigo desde hace más de tres años, la ha adoptado y la trata como si fuera suya; le ha despertado el instinto maternal y se vuelca en que esté limpia y caliente. Vika por si misma merecería todas y cada una de las entradas de esta bitácora, desde que llegó a casa no ha dejado de asombrarme; ayer mismo al poco de acostarme cogió a la gatita (mmm, vamos a bautizarla: Mika) y la subió a la cama para acurrucarse a mi lado, este tipo de detalles me superan...

Pero ya hablaré largo y tendido de Vika, en estos momentos la prota es Mika:


Dejo otra foto de Vika y Mika:


No podré ir al descenso del Sella el próximo fin de semana con la troupe de galleg@s, y probablemente posponga un par de semanas los días de vacaciones que iba a ir a Coruña, pero creo que merece la pena: abrirá los ojillos y empezará a explorar el mundo ; el Sella y Coruña son sitios, se puede ir en cualquier momento a ellos

Bikos e apertas

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