23 de mayo de 2009

Mario Benedetti

Esta semana amaneció con la triste pérdida de Mario Benedetti, quizá el escritor sudamericano que más hondo me ha llegado.

Es una gran pérdida , se ha ido un gigantesco creador, y creo que un auténtico ser humano. Se te echará de menos Mario.

Son bastantes los libros que han pasado por mis ojos nacidos de la genial mente de Mario: Gracias por el fuego, La sirena viuda, La borra del café, Buzón de tiempo, Esta mañana, Montevideanos, Quién de nosotros,...

¿Qué creíais? ¿Que sólo he leído ciencia ficción? Pues no, antes de la etapa que recorro en este momento hubo una en la que mis gustos se decantaban por otros derroteros, y las palabras de Mario marcaron uno de sus senderos.

Un fragmento de uno de sus poemas se me grabó a fuego la primera vez que lo escuché, y no se ha difuminado en la memoria:

Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el AMOR y la REVOLUCIÓN
...

Mario Benedetti - Hombre que mira al cielo

Lo descubrí en el disco Alerta Antifascista del grupo Sin Dios:


Pero quién mejor que la voz del propio Mario para hacernos llegar la belleza que se esconde tras sus creaciones.
Si no lloráis (aunque sea un poco...) al escucharlo, es que no tenéis alma


Son muchas las frases maravillosas que nos ha dejado en su testamento literario (podéis encontrar muchas otras aquí):

Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas.

Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio.

Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero resulta que yo no quiero que me vendan sueños ajenos, sino sencillamente que se cumplan los míos.

Él se ha ido, nos quedan sus palabras.

Bikos e apertas

2 comentarios:

Virtu dijo...

¡¡cuanta razón!! el que no llore con él es que no tiene alma...

maribel dijo...

¡Qué bonito homenaje al grandísimo Benedetti!