29 de junio de 2009

Tengo una pistola

Un libro que me ha sorprendido : Tengo una pistola, la primera novela de Enrique Rubio.

El protagonista, al que únicamente conocemos por su nick en internet: Cascaradenuez, es un chico de 25 años que lleva una década sin salir de su Casa.


Uno de cada dos fóbicos sociales con agorafobia es un desconocido en su propia casa. Cuando se mira al espejo grita.

Sobrevive gracias a su trabajo como diseñador de páginas porno, y su vida se reduce prácticamente a Internet: descargando miles de películas que no va a ver y discografías que no va a escuchar, comprando cosas que nunca va a usar,... y jugando a vídeojuegos a los que está enganchado. ¡Si hasta duerme con el ratón a modo de osito de peluche para conciliar el sueño!

No tiene casi ningún contacto con el mundo exterior: todo lo que necesita lo compra por Internet, y la comida la recibe a través de mensajeros que le dejan la compra en el ascensor.


La ausencia de luz solar hace que me olvide de que existe un exterior más amplio que este piso.

Su vida da un vuelco cuando recibe un día un mensaje en un billete
con un extraño mensaje: ¿Eres consciente de que llevas un excremento en tu interior?

Cascaradenuez acabará consiguiendo una pistola, con la que en cualquier momento podrá poner fin a su existencia y salir del juego.

El suicidio es la auténtica victoria del alma sobre el cuerpo.

La madre que te dio la vida ha de ser capaz de darte la muerte cuando se lo pidieras; todas las madres han de proporcionar una pistola a sus hijos al cumplir los dieciocho años.

Paralelamente a la historia se nos relata un sueño reiterativo de Cascaradenuez en el que es un héroe de un videojuego en un Manhattan desolado y dominado por Zombies, y lucha contra ellos sin saber por qué

En el libro hay muy pocos personajes, y todos están muy bien construidos:

Psicólogo
: Al que recibe en su casa (por prescripción médica y para que sus padres le den dinero) con un casco de motos negro. En realidad el psicólogo lo único que hace por él es beberse sus cervezas y contarle sus propios problemas acostado en un diván.


No le cuento que, en un mundo de ganadores frustrados, yo soy un perdedor convencido, lo cual es menos estresante
.

Ciria: Su único amigo al que sólo conoce chateando por Internet, un colgado obsesionado por el sexo y por la creación de la película porno definitiva


Ciria dice: Está bien, Ahí va: unos padres donan el cadáver embalsamado de su hija de diecisiete años para una peli. La hermana gemela esta viva. Ya ha cumplido dieciocho años. Va a montárselo con su hermana muerta.... Tendrás necrofilia, incesto y lesbianismo en un mismo pack.

Ciria dice: Una sociedad estancada es una sociedad muerta, sin futuro. El mercado requiere nuevos espacios de actuación. Como los nuevos terrenos urbanizables. Cuando se agotan las ideas hay que liberar tabúes.


Ænima
: El personaje que le envía el crítico y escatológico mensaje y que le introduce en una nueva filosofía: Generatriz, en la que simplemente somos portadores de los genes. Ænima es un un sociópata convencido de que somos esclavos de los genes y de que debemos luchar contra la tiranía de Generatriz (el verdadero Matrix), que nos ofrece el sexo como un cebo para perpetuarse. Cautivado por el destructivo discurso del sociópata, Cascaradenuez va poco a poco convenciéndose de que es un Elegido y de que debe romper con el Sistema


Ænima dice que somos vehículos de genes, instrumentos de usar y tirar. Meros transportadores. Ellos se reencarnan. Nosotros no. Se reencarnan y nos dejan tirados en el camino como perros apaleados.

La dictadura del placer sexual consiste en correrte y no hacer más preguntas.

Revoluciona tu mente. aisla tu conciencia en una burbuja vacía. Refúgiate en un hueco vacío de tu cerebro, entre los pliegues, entre los intersticios, incólume, incorrupto. Sal del programa genético. Nuestra conciencia es un efecto colateral que no esperaban. El todo debe empezar a ser mayor que la suma de las partes. El todo se rebela contra sus partes. Somos los primeros de una cadena de disidentes que se rebelarán contra lo que son.


El libre albedrío no es otra cosa que el espejismo racionalizador de los procesos inconscientes de Generatriz . El cráneo es una celda y los ojos mienten.

Todo es una ilusión.

Generatriz no desaparecerá matando gente. No podemos exterminar el sistema, sólo podemos hacernos conscientes de él y salvarnos de su sometimiento. El resto de la gente no importa. Recuerda que sólo te humillan si tú te humillas. La conciencia de la autoeliminación es la única arma contra Generatriz.... No haremos nada extirpando individuos de Generatriz, sino extirpando Generatriz de cada individuo... Esto es un juego. Juega o salte de él con una bala de tu propio disparo.

Cajera: Cuando por fin Cascaredenuez sale de Casa (un momento memorable descrito con una gran clase, en el que Cascaradenuez va comparando la realidad con los juegos a los que ha jugado, puntuando la calidad gráfica o los efectos físicos) acaba conociendo a una chica de la que se enamora (ooooooh ), y que le hará cuestionarse todas las teorías sobre Generatriz y el Elegido que Ænima le ha ido metiendo en la cabeza.

El autor realiza una crítica con bastantes dosis de humor e ironía sobre la manera de relacionarse con el mundo de una parte de la generación actual, que tiene más cerca lo virtual antes que lo real.

Como punto débil hay que decir que la novela parte de un relato corto anterior y se nota, haciéndose algo repetitiva en algunos momentos. Pero eso no hace desmerecer la calidad conseguida, el libro constituye un auténtico soplo de aire fresco.

Por cierto, hasta se hizo un vídeo promocional de la novela:


A modo de curiosidad, Tengo una pistola es también el título de una canción de Christina y Los Subterráneos, no sé si el autor se inspiró en ella para bautizar a su novela o es una simple casualidad.

Bikos e apertas

pd: En Internet no hay navegantes. Sólo náufrafos.

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