22 de marzo de 2010

Puerta al verano

Puerta al verano es una interesante novela de Robert A. Heinlein que transcurre a caballo entre el año 1970 y el año 2000, con viajes en el tiempo incluidos

Dan Davis, un ingeniero especialista en robótica, ha conseguido por fin la invención de su vida: un robot para uso doméstico con habilidades extraordinarias, destinado a cambiar el rutinario paisaje del ama de casa para siempre.

Dan es un apasionado de su trabajo (es la imagen que se tiene de un inventor a la antigua encerrado en su taller y pasando noches en vela en pos de un nuevo invento), está enamorado y planea casarse.

Pero no se imagina que una traición dará un giro brutal a su vida: su socio y amigo Miles, y su novia, Belle, le arrebatan la empresa que tanto le costó levantar


La carrera y las expectativas de Dan están a punto de emprender un hundimiento sin retorno, y sólo existe una persona en la que pueda confiar, la pequeña Ricky, hijastra de Miles.

Engañado y confundido, Dan emprende el sueño frío: un servicio de crionización ofertado a personas que desean congelar su vida y despertar en una época futura, donde pudiera existir ya una cura para una enfermedad irremediable, que proporcione pingües beneficios al haber invertido su dinero a muy largo plazo, o simplemente para ver el futuro.

El año escogido por Dan para escapar es el 2000, pero cuando despierta nada es lo que esperaba: la ingeniería no funciona como antes y tiene que adaptarse para poder sobrevivir, y es condenadamente pobre, pese a que sus inventos cosecharon un éxito absoluto.

El azar le hace entrar en contacto con un científico capaz de hacer posible el viaje en el tiempo, y decide volver atrás y vengarse de Miles y Belle.

En la novela coexiste una subtrama de amor, Ricky (que en 1970 tiene 10 años...) está enamorada de Dan, pese a la edad que les separa. Gracias a la crionización y el viaje en el tiempo, la edad ya no es un inconveniente

Heinlein hace predicciones que se antojan divertidas e inocentes, una vez alcanzado y rebasado el año 2000, pocas cosas de las que describe se han cumplido. Pero eso no es óbice para que se disfrute plenamente de la lectura.

Hay numerosos elementos en la novela que ilustran la influencia de los conocimientos científicos y el desarrollo tecnológico en la sociedad y las tareas comunes de las personas. Las opiniones de Heinlein en ese sentido son claras:

Quizá mi hijo viaje, pero en tal caso le instaré para que vaya hacia delante, y no hacia atrás. "Atrás" es para casos de apuro; el futuro es mejor que el pasado; a pesar de los lloraduelos, los románticos y los antiintelectuales, el mundo se hace cada vez mejor porque la mente humana, aplicándose, lo mejora. Con manos... con herramientas... con intuición, ciencia e ingeniería.

Heinlein también reflexiona sobre la causalidad y las paradojas que se pueden producir en los viajes temporales, la posibilidad de corrientes de tiempo ramificadas y los universos múltiples. Siempre me he sentido atraído por esos temas


El título del libro hace referencia a una costumbre de Pet, el gato de Dan: Pet observaba su puerta, negándose a salir al exterior si la nieve y el invierno seguían fuera, y solicitaba a Dan que fuera abriendo todas las puertas; estaba convencido de que al menos una debía conducir a un tiempo de verano. Me ha encantado el amor que demuestra Dan hacia Pet, siempre preocupado por su bienestar y dispuesto no dejarlo atrás y llevárselo en sus viajes temporales. Y cómo no,
pequeño Pet tiene un papel muy destacado en la novela

Al igual que Pet, Dan también tendrá que encontrar su puerta al verano.

Bikos e apertas

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