10 de junio de 2010

Kôt

Kôt es una novela de Rafael Ábalos, un thriller que sitúa su trama en la ciudad de Nueva York, y más concretamente en la zona de Manhattan.

De vez en cuando alterno mis lecturas con este tipo de libros, que no constituyen ningún alarde literario pero que son fáciles de leer, sin complicaciones de ningún tipo, y qué diablos, resultan amenos y enganchan

Arranca con un anciano encerrado en una mazmorra medieval, sin saber cómo ni por qué ha llegado allí. Y seguidamente inicia dos giros argumentales más: el misterioso asesinato de una eminente neuróloga investigado por el detective Aldows Fowler, y las aventuras de dos adolescentes aspirantes a astronautas (Nicholas y Beth) que deben resolver un acertijo que reciben por correo electrónico.

Estas tres líneas argumentales, narradas en capítulos independientes e inconexas al principio, quedarán unidas por una enigmática palabra, la misma que da título al libro: Kôt, y que resultará ser un criptograma que esconde otra palabra...

La primera trama se sigue desarrollando con la aparición del malo de la novela, Walter Stuck, y su club gótico, una organización secreta de corte medieval compuesta por magnates y figuras influyentes. Las intenciones de Walter y su troupe resultarán ser realmente malévolas...

El detective Fowler y la agente especial Taylor del FBI, investigarán a su vez, en el caso del prestidigitador, los misteriosos asesinatos de un grupo de científicos a los que les han extirpado el cerebro dejando sus cráneos completamente intactos

Mientras, Nicolas y Beth se verán inmersos sin darse cuenta en el misterio de
Kôt a través de sus ordenadores en un videojuego virtual, donde deberán resolver el juego de los enigmas infinitos hasta encontrar la Esencia del Misterio.

Las primeras páginas volaron ante mis ojos, pero después la novela se me hizo algo repetitiva (esa tendencia a hacer libros gordos porque sí nunca me ha gustado... ) aunque no aburrida. El autor enlaza con acierto las tres líneas argumentales manteniendo la intriga que anima a seguir leyendo, pese al continuum de acertijos y adivinanzas cíclicas que a mi modo de ver sólo sirven para añadir más páginas.

Rafael Ábalos consigue crear una atmósfera gótica ayudado por ciertas zonas de Manhattan, con sus iglesias, sus gárgolas y estatuas, sus torres de piedra... que inspiraron al autor para crear la leyenda escondida del pasado de la ciudad y que se va desvelando a medida que avanza la lectura.

Me resultó muy interesante el periplo de Nicholas y Beth a través de Manhattan empujados por el juego virtual, donde las pistas les llevaban de un lado para otro, a puntos que recordaba de mi visita de hace unos años a la ciudad


Bikos e apertas

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