16 de julio de 2009

Días contados

Hacía mucho tiempo que había visto la película Días contados (que recomiendo desde aquí ) y ahora me he leído el libro de Juan Madrid en el que se basa la película.

La película tiene un argumento bastante diferente a la novela, ya que incluye a ETA por medio... y realmente tiene muy pocos puntos de conexión con la novela, aunque ambas muestren historias de personas viviendo al límite...

La trama de la novela gira en torno a un fotógrafo (Antonio) que vive en la plaza del Dos de Mayo en el barrio de Malasaña y recibe el encargo de realizar una guía sobre la Movida madrileña (que como todo el mundo sabe fue una patraña que se inventaron unos cuantos niños de papá... ).

Antonio aspira a convertirse en un fotógrafo de renombre mundial, y para ello se diluye en el ambiente sórdido de las drogas y la prostitución. Acaba conociendo a dos jovencitas yonkis (Charo y Vanesa) que le introducen en un mundo de miseria y explotación, donde ya casi nada tiene valor.

Malasaña y la plaza del Dos de Mayo se convierten en personajes de facto de la novela, que sirven de testigo mudo de la degradación en la que malviven los personajes.

En la Plaza la oscuridad era metálica. Amanecería enseguida, pero las sombras aún persistían, prendidas entre las copas de los árboles y la luz que derramaban las farolas.

Los despojos humanos que conforman el ambiente de Charo y Vanesa sirven a Antonio para captar con su objetivo imágenes oscuras y tristes, en las que se refleja el cruel final del sueño de la Movida.

¿La vida? ¿Nuestra época? ¿Y a quién coño le interesa la vida y esas zarandajas? ¿Tú sabes lo que estás diciendo? Esas fotos dan ganas de vomitar, hay demasiada droga, demasiado pus, demasiada mierda... La gente quiere olvidarse de que todo eso existe. Quiere algo más bonito, no sé, más artístico, más elegante.

En el libro hay mucha dureza, pero también espacio para la ternura (como la inquebrantable amistad de Charo y Vanesa), y hace que no nos sintamos asqueados por los personajes, sino que se despierte lástima y compasión (y a veces hasta una sonrisa) por gente que tiene los días contados...

Pero déjame que te diga una cosa, toda esa gente que he fotografiado morirá muy pronto. No llegarán a viejos. Nadie contará sus vidas, sus sueños, sus anhelos... Ni siquieran contarán sus muertes... Pero al menos, yo los fotografié.

Este libro desmitifica y pone en su sitio una década que no ha sido como nos la han querido hacer ver. - José Luis Sanpedro

Bikos e apertas

pd: A modo de curiosidad, en ese libro se nombra el cuento de Barba Azul, que aparece también en mi anterior entrada del blog...


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