30 de diciembre de 2009

El molinero aullador

En El molinero aullador, Arto Passilinna fabula un alegato contra la intolerancia lleno de mucho humor y situaciones desconcertantes.

El protagonista, Gunnar Huttunen, llega a un pueblo perdido en los bosques del norte de Laponia y decide comprar y poner en funcionamiento el viejo molino a pesar de que sus vecinos consideran que es una locura hacerlo.

Las locuras de Huttunen no acaban ahí, realiza imitaciones de animales para regocijo de los jóvenes del pueblo, y en las noches de tristeza... aúlla como un lobo para desahogarse . Acabará exasperando a sus vecinos, que no desean que un ser tan extraño habite entre ellos y tratarán de perjudicarlo de cualquier manera para obligarle a abandonar el pueblo.

Huttunen sólo encuentra apoyo en un círculo muy reducido de personas, entre las cuales destaca la dulce Sanelma Kayramo, que ve lo que en el fondo representa Gunnar, un hombre gentil y de buen corazón, y que acabará enamorándose de él.

El carácter impulsivo de Gunnar, que le hace enfrentarse abiertamente a sus vecinos, y las noches pasadas en blanco debidas a los desgarradores aullidos del molinero, dará a los habitantes del pueblo el pretexto que estaban buscando para deshacerse del bueno de Gunnar y encerrarlo en un manicomio.

Huttunen se escapa del manicomio y regresa al pueblo, a partir de ahí se inicia una auténtica cacería del hombre a través de los bosques finlandeses.

Passilinna nos muestra incialmente un ser extraño, diferente a los ojos de sus vecinos, pero en realidad su corazón rebosa bondad, y los vecinos resultarán ser mucho más egoístas e intolerantes. El molinero sólo desea vivir en paz junto a su adorada Sanelma, y no entiende la obsesión de sus vecinos por hacerle la vida imposible, simplemente por el hecho de no ser como los demás.

¡Y todo por ser un rebelde ecologista maníaco-depresivo!

Bikos e apertas

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