2 de diciembre de 2009

El monstruo de las galletas

No conocía al autor Vernor Vinge y me ha sorprendido muy gratamente con El monstruo de las galletas, una novela corta ganadora de los premios Hugo y Locus.

En ella Dixie Mae estrena una nueva etapa de su vida en el departamento de atención al cliente de una gran compañía tecnológica, LotsaTech. Pero el primer día de trabajo recibe un correo obsceno y todo indica que el remitente se halla dentro del campus de trabajo, por lo que Dixie se lanzará a la búsqueda del culpable recorriendo sus instalaciones.

El correo está lleno de pistas e insinuaciones acerca de la vida privada de Dixie que pocas personas deberían conocer, algo que se revelará totalmente cierto a medida que se avanza en la lectura, ¿quién conoce mejor que uno mismo su propia vida?


El carácter decidido de Dixie acaba imponiéndose a su sentido común y, junto a un jocoso compañero de trabajo, iniciará la búsqueda del culpable por todo el complejo empresarial. La inquisitiva Mae se preguntará entonces por qué fue elegida si su perfil no era el más adecuado, el propósito de que varios empleados trabajen en un cuestionario sobre ciencia cognitiva, o por qué todo el mundo parece vivir un desfase temporal.

El trabajo de Dixie resultará no ser exactamente lo que parece... Todo apunta a algún tipo de experimento con algún oscuro propósito, y el causante de ello debe ser el profesor Gerry Reich, un investigador especializado en realidad virtual. LotsaTech ha encontrado un ingenioso método para que la atención al cliente sea eficaz y personalizada, pero cuando lo descubren no va a gustar nada a Dixie y sus compañeros...

El libro juega con la percepción de lo que es real y lo que no, al ser una novela corta no puedo contar más sin destripar la sorpresa en la que se ven envueltos Dixie y los compañeros de aventura que se va encontrando en su búsqueda de la verdad. Pero, cómo luchar contra un genio perverso que puede reiniciar el programa maestro a voluntad?

Dondequiera que mires ves detalle, pero siempre dentro de lo que está dentro de tu campo focal. Los humanos no tenemos en mente al mismo tiempo todo lo que hemos visto y todo lo que sabemos. Hemos invertido millones de años de evolución en aprender a ignorar casi todo y en extraerle sentido al sin sentido.

El título hace referencia a la denominación inglesa de los restos (cookies: galletas) que dejan algunas aplicaciones web para que la siguiente visita recuerden datos del usuario; y además al monstruo devorador de galletas de Barrio Sésamo, en el libro el creador del mundo en que se sitúan los protagonistas.

El dibujo de los personajes resulta a veces demasiado pobre, pero aún así la imaginación del relato es cautivadora y hace que el libro se lea de un tirón.

Bikos e apertas

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